¡Mira, un manatí volando!

No, no se trata de una nueva frase para huir de alguien, aunque bien podría servir.  

Se trata de una nebulosa, restos de una supernova, encontrada recientemente que posee la forma de un manatí gigante. 

La nebulosa W50, descubierta por investigadores del VLA (Very Large Array) mide casi 700 años y cubre dos grados del cielo nocturno. Es el resto de una supernova de 20.000 años de edad. Según sus descubridores la nebulosa se formó cuando una estrella gigante a 18.000 años luz de la Tierra, en la constelación del águila, explotó en supernova, lanzando una gran cantidad de gases en una burbuja expansiva